Con el verano y las altas temperaturas, es esencial hablar de un tema que, aunque nos afecta a todos, tiene un impacto particular en un grupo muy especial: nuestras personas mayores.
El golpe de calor es una realidad que puede ser muy peligrosa si no se gestiona adecuadamente, y nuestros queridos abuelos y abuelas pueden ser más susceptibles a sus efectos.
En este artículo, hablaremos sobre qué es exactamente el golpe de calor, por qué las personas mayores son más propensas a sufrirlo y, lo más importante, cómo podemos prevenirlo.
¿Estás preparado? ¡Vamos allá!
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- 1 ¿Qué es un golpe de calor?
- 2 Causas de un golpe de calor
- 3 Consejos para prevenir la hipertermia
- 3.1 Mantenerse hidratado
- 3.2 Usar ropa adecuada
- 3.3 Limitar la actividad física
- 3.4 Utiliza ventiladores o aire acondicionado
- 3.5 Evitar bebidas alcohólicas y cafeinadas
- 3.6 Comer ligero
- 3.7 Nunca dejes a personas o mascotas en un coche cerrado
- 3.8 Escucha a tu cuerpo
- 3.9 Infórmate sobre el pronóstico del tiempo
- 3.10 Crea un ambiente fresco para dormir
- 4 Factores a tener en cuenta en la hidratación de las personas mayores
- 5 ¿Qué hacer si una persona mayor sufre un golpe de calor?
¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor es una condición que ocurre cuando el cuerpo no puede enfriarse adecuadamente.
En el contexto de las personas mayores, esto puede ser debido a una serie de factores, incluyendo la disminución de la capacidad del cuerpo para regular la temperatura o medicamentos que afectan la respuesta al calor del cuerpo.
Causas de un golpe de calor
A continuación, te presentamos algunas de las principales causas del golpe de calor:
- Exposición prolongada al sol: Pasar demasiado tiempo bajo el sol intenso, especialmente durante las horas pico, puede aumentar drásticamente la temperatura corporal.
- Actividad física intensa: Realizar ejercicios o trabajos pesados en ambientes calurosos y húmedos sin tomar suficientes descansos o hidratarse adecuadamente puede llevar al cuerpo a un estado de sobrecalentamiento.
- Deshidratación: No beber suficiente agua, especialmente en días calurosos, dificulta la capacidad del cuerpo para sudar y mantenerse fresco.
- Ropa inapropiada: Usar ropa oscura, ajustada o hecha de materiales no transpirables puede atrapar el calor en el cuerpo.
- Consumo de alcohol: El alcohol puede afectar la capacidad del cuerpo para regular su temperatura y también puede causar deshidratación.
- Enfermedades y medicamentos: Algunas condiciones médicas y medicamentos pueden afectar la capacidad del cuerpo para responder al calor. Por ejemplo, enfermedades cardíacas, obesidad o medicamentos diuréticos pueden aumentar el riesgo.
- Edad: Los niños pequeños y las personas mayores tienen sistemas de regulación de temperatura menos eficientes, lo que los hace más vulnerables.
- Falta de aclimatación: Si te mudas o visitas un lugar con un clima más cálido al que estás acostumbrado, tu cuerpo puede necesitar tiempo para adaptarse. Hacer actividades intensas antes de acostumbrarte puede aumentar el riesgo de golpe de calor.
Consejos para prevenir la hipertermia
La hipertermia es un aumento anormal de la temperatura corporal, y es esencial conocer cómo prevenirla, especialmente en épocas o lugares de mucho calor. Por ello es fundamental tener en cuenta lo siguiente:
Mantenerse hidratado
Beber agua regularmente a lo largo del día, incluso si no se siente sed. Una buena hidratación ayuda a tu cuerpo a sudar y a mantenerse fresco.
Usar ropa adecuada
Optar por prendas ligeras, holgadas y de colores claros. Los tejidos naturales, como el algodón, permiten que la piel respire mejor.
Evitar el sol directo
Siempre que sea posible, buscar sombra o usar sombreros de ala ancha y gafas de sol. Recuerda aplicar protector solar en las áreas expuestas.
Limitar la actividad física
Durante las horas más calurosas del día, se debe evitar el ejercicio o realizar trabajos pesados. Si tienes que hacerlo, toma descansos frecuentes y mantente bien hidratado.
Utiliza ventiladores o aire acondicionado
Si estás en un lugar cerrado, asegúrate de tener buena ventilación. Un ventilador o aire acondicionado puede hacer maravillas para mantener el ambiente fresco.
Evitar bebidas alcohólicas y cafeinadas
Ambas pueden deshidratarte y afectar la capacidad de tu cuerpo para regular la temperatura.
Comer ligero
Comer comidas pesadas puede agregar estrés metabólico a tu cuerpo. Opta por ensaladas, frutas y comidas ligeras.
Nunca dejes a personas o mascotas en un coche cerrado
Las temperaturas en un vehículo cerrado pueden aumentar rápidamente, poniendo en peligro la vida.
Escucha a tu cuerpo
Si comienzas a sentirte mareado, con náuseas o experimentas sudoración excesiva, es hora de refrescarte, hidratarte y descansar.
Infórmate sobre el pronóstico del tiempo
Si se prevén olas de calor o temperaturas extremadamente altas, planifica tus actividades en consecuencia y toma precauciones.
Crea un ambiente fresco para dormir
Durante las noches de calor, utiliza sábanas de algodón ligero, y si es necesario, un ventilador.
Factores a tener en cuenta en la hidratación de las personas mayores
A medida que envejecemos, la capacidad de nuestro cuerpo para regular el equilibrio de líquidos cambia, y es vital tener en cuenta varios factores para asegurar una adecuada hidratación.
- Disminución de la sensación de sed: Con la edad, es común que la sensación de sed se reduzca. Esto significa que una persona mayor podría no sentirse sedienta incluso si su cuerpo necesita agua. Por eso, es importante beber líquidos regularmente, incluso sin sentir sed.
- Cambios en el metabolismo: El envejecimiento puede traer consigo una disminución en la masa muscular y un aumento en la grasa corporal, lo que afecta la cantidad de agua que nuestro cuerpo necesita.
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden aumentar la excreción de líquidos o alterar la sensación de sed. Siempre es una buena idea consultar con un médico sobre los posibles efectos de los medicamentos en la hidratación.
- Problemas renales: Con la edad, los riñones podrían no funcionar tan eficientemente como antes, lo que afecta su capacidad para filtrar y excretar líquidos.
- Menor capacidad de almacenamiento: El cuerpo de una persona mayor puede no retener tanta agua como el de alguien más joven. Por ello, pueden necesitar rehidratarse con más frecuencia.
- Condiciones de salud: Problemas de salud como la diabetes o ciertas afecciones cardíacas pueden afectar las necesidades de hidratación.
- Dificultades para moverse: Las personas que tienen movilidad reducida podrían no beber suficiente agua simplemente porque les resulta difícil desplazarse para obtenerla o porque evitan beber para no tener que ir al baño con frecuencia.
- Consumo de alimentos: Muchos alimentos, especialmente frutas y verduras, contienen agua. Asegurarse de tener una dieta balanceada puede ayudar a complementar la ingesta de líquidos.
¿Qué hacer si una persona mayor sufre un golpe de calor?
Un golpe de calor es una situación seria y puede ser especialmente peligrosa en personas mayores. Si sospechas que una persona mayor está sufriendo un golpe de calor, es vital actuar rápidamente y de manera adecuada.
- Lleva a la persona a un lugar fresco: Si estás al aire libre, busca un lugar con sombra. Si estás en el interior, trata de mover a la persona a una habitación con aire acondicionado o ventilación adecuada.
- Hidratación: Anima a la persona a beber agua fresca poco a poco. Evita bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden empeorar la deshidratación.
- Refresca la piel: Aplica paños húmedos y frescos o bolsas de hielo envueltas en un paño en la piel. Puedes enfocarte en áreas como las muñecas, cuello, axilas y frente, donde los vasos sanguíneos están más cerca de la superficie.
- Ventilación: Si estás en un espacio cerrado, usa un ventilador para ayudar a enfriar a la persona. Asegúrate de que el aire circule adecuadamente.
- Retira ropa excesiva: Desabrocha o quita cualquier prenda de vestir innecesaria para ayudar a enfriar el cuerpo más rápidamente.
- No administrar medicamentos: A menos que un médico lo indique, no se deben dar medicamentos para reducir la fiebre, ya que podrían ser contraproducentes.
- Llama a emergencias: Si la persona está desorientada, tiene dificultad para respirar, vomita o no mejora rápidamente, es fundamental llamar al servicio de emergencias o llevarla a un hospital. Un golpe de calor es una emergencia médica que requiere atención profesional.