Los golpes de calor son una emergencia médica grave que puede afectar a cualquier persona, pero las personas mayores son particularmente vulnerables. Esta condición se produce cuando el cuerpo no puede controlar su temperatura y sobrecalienta rápidamente.
En este artículo, veremos en detalle qué es un golpe de calor, sus síntomas, las razones por las que los ancianos son más susceptibles, cómo prevenirlo y qué hacer en caso de una emergencia.
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¿Qué es un golpe de calor?
Un golpe de calor es una forma grave de hipertermia, una condición en la que la temperatura corporal se eleva a niveles peligrosos (generalmente por encima de los 40°C o 104°F) debido a la incapacidad del cuerpo para disipar el calor adecuadamente. A diferencia de otras formas de estrés por calor, como el agotamiento por calor, un golpe de calor puede causar daños permanentes a los órganos internos y, si no se trata rápidamente, puede ser mortal.
Síntomas de un golpe de calor
Los síntomas de un golpe de calor pueden desarrollarse rápidamente y pueden incluir:
- Temperatura corporal alta: Una temperatura corporal de 40°C o más es el principal signo de un golpe de calor.
- Piel caliente y seca: A pesar del calor extremo, la piel puede sentirse seca debido a la falla del mecanismo de sudoración.
- Confusión y desorientación: Las personas pueden experimentar confusión, delirios o incluso pérdida del conocimiento.
- Dolor de cabeza intenso: Un dolor de cabeza punzante puede acompañar al golpe de calor.
- Náuseas y vómitos: Estos síntomas gastrointestinales son comunes durante un golpe de calor.
- Aceleración del pulso: El pulso puede ser fuerte y rápido debido al esfuerzo del cuerpo por enfriarse.
- Respiración rápida y superficial: Puede haber una respiración rápida y superficial a medida que el cuerpo trata de regular su temperatura.
Factores que aumentan la susceptibilidad en las personas mayores
Las personas mayores tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir un golpe de calor por varias razones:
- Reducción de la capacidad de sudoración: Con la edad, las glándulas sudoríparas se vuelven menos eficientes, lo que disminuye la capacidad del cuerpo para enfriarse mediante la sudoración.
- Enfermedades crónicas: Condiciones como enfermedades cardiovasculares, diabetes y problemas respiratorios pueden interferir con la capacidad del cuerpo para regular la temperatura.
- Medicamentos: Algunos medicamentos, como los diuréticos y los antihipertensivos, pueden alterar la capacidad del cuerpo para regular el calor.
- Pérdida de la sensación de sed: Las personas mayores pueden no sentir sed tan a menudo, lo que puede llevar a una menor ingesta de líquidos y, por lo tanto, a una mayor deshidratación.
- Movilidad reducida: La movilidad limitada puede dificultar que las personas mayores busquen lugares más frescos o hidratarse adecuadamente.
Prevención de golpes de calor en personas mayores
La prevención es clave para evitar los golpes de calor, especialmente entre los ancianos. A continuación, te dejamos algunas medidas preventivas esenciales:
- Hidratación adecuada: Animar a las personas mayores a beber líquidos regularmente, incluso si no sienten sed. El agua es la mejor opción, pero también son útiles las bebidas deportivas que reponen electrolitos.
- Ambientes frescos: Mantener el hogar fresco utilizando ventiladores, aire acondicionado y cortinas opacas para bloquear el sol. Durante las olas de calor, es importante permanecer en lugares con aire acondicionado, como centros comunitarios.
- Ropa adecuada: Usar ropa ligera, holgada y de colores claros puede ayudar a mantener el cuerpo fresco. Los sombreros de ala ancha y gafas de sol también protegen contra el sol.
- Evitar el esfuerzo físico: Durante los días calurosos, limitar las actividades físicas intensas y buscar la sombra siempre que sea posible.
- Duchas frías: Tomar baños o duchas frías puede ayudar a bajar la temperatura corporal.
- Supervisión constante: Los familiares y cuidadores deben vigilar de cerca a las personas mayores durante las olas de calor y estar atentos a cualquier signo de estrés térmico.
Qué hacer en caso de un golpe de calor
Actuar rápidamente en caso de sospecha de golpe de calor puede salvar vidas. Aquí están los pasos a seguir:
Llamar a emergencias
Si se sospecha de un golpe de calor, es crucial llamar a los servicios de emergencia de inmediato.
Enfriar a la persona
Mientras se espera la llegada de la ayuda, trasladar a la persona a un lugar fresco y sombreado. Quitar la ropa excesiva y enfriar el cuerpo con métodos como:
- Aplicar paños fríos y húmedos en la piel.
- Rociar agua fría sobre el cuerpo.
- Utilizar ventiladores para aumentar la evaporación del agua.
- Si es posible, sumergir al afectado en un baño de agua fría.
Hidratar
Ofrecer agua, pero solo si la persona está consciente y puede tragar sin dificultad. No ofrecer bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden empeorar la deshidratación.
La importancia de la educación y la concienciación
La educación sobre los riesgos y la prevención del golpe de calor es fundamental, especialmente en comunidades con altas poblaciones de personas mayores. Programas comunitarios, talleres en centros de ancianos y campañas de concienciación pueden jugar un papel crucial. Proveer información sobre la importancia de la hidratación, los signos de advertencia del golpe de calor y cómo responder ante una emergencia puede empoderar a las personas mayores y a sus cuidadores para actuar eficazmente.