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Todo lo que necesitas saber sobre la sarna humana en ancianos

La sarna, conocida también como escabiosis, es una infección de la piel provocada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Este parásito microscópico cava túneles en la piel, lo que provoca una picazón insoportable y lesiones cutáneas. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, los ancianos son especialmente vulnerables. El sistema inmunológico debilitado, enfermedades crónicas y entornos compartidos son algunos de los factores que aumentan el riesgo en adultos mayores.

En este artículo te contamos cómo identificarla, prevenirla y tratarla para garantizar el bienestar de nuestros mayores.

¿Por qué los ancianos son más vulnerables a la sarna?

Hay varias razones por las que los ancianos tienen mayor probabilidad de contraer sarna. Estas son las principales:

  • Un sistema inmune más débil: A medida que envejecemos, nuestras defensas bajan, lo que facilita que infecciones como la sarna se instalen.
  • Enfermedades crónicas: Problemas como diabetes o afecciones cardiovasculares son comunes en ancianos y aumentan su susceptibilidad.
  • Entornos compartidos: En residencias o centros de cuidado, el contacto cercano entre personas facilita la propagación del ácaro.

Además, no siempre es fácil detectar la sarna en ancianos, ya que los síntomas pueden confundirse con alergias o eccema. 

Síntomas comunes de la sarna en ancianos

Aunque los signos de la sarna son bastante claros, en personas mayores pueden manifestarse de forma distinta o ser más difíciles de identificar. Los síntomas más comunes incluyen:

  1. Picazón intensa: Es el síntoma más característico. La picazón suele empeorar durante la noche, interrumpiendo el sueño y afectando su bienestar.
  2. Erupciones o lesiones en la piel: Protuberancias rojizas, ampollas o pequeños túneles suelen aparecer entre los dedos, en las muñecas, los codos, el ombligo o en los pliegues de la piel.
  3. Costras o descamación: En casos graves, como en la sarna costrosa (o sarna noruega), las lesiones pueden volverse gruesas y contener una alta cantidad de ácaros. 
  4. Infecciones bacterianas: El rascado excesivo puede causar heridas que, a su vez, se infectan con bacterias como las que provocan el impétigo.

¿Cómo se transmite la sarna?

La sarna se contagia principalmente a través del contacto directo piel con piel con una persona infectada. En los ancianos, estas son las formas más comunes de transmisión:

  • Contactos prolongados: Actividades como sostener la mano, dar masajes o abrazos pueden facilitar la transmisión.
  • Compartir ropa o ropa de cama: Aunque menos común, el ácaro puede sobrevivir hasta 2-3 días fuera del cuerpo humano, lo que permite que se transmita mediante prendas o sábanas contaminadas.
  • Entornos comunitarios: En residencias de ancianos, donde las personas están en constante contacto, la sarna puede propagarse rápidamente.

Diagnóstico de la sarna en adultos mayores

Detectar la sarna en ancianos no siempre es sencillo, ya que los síntomas pueden parecerse a otras afecciones cutáneas, como eccema o alergias. Sin embargo, el diagnóstico suele confirmarse a través de estos pasos:

  • Examen físico: Los médicos buscan signos visibles como túneles en la piel, ampollas o erupciones características.
  • Raspado de piel: Una pequeña muestra se analiza al microscopio para confirmar la presencia de ácaros, huevos o heces.
  • Revisión del historial médico: Saber si el paciente ha tenido contacto cercano con alguien infectado es clave para cerrar el diagnóstico.

Tratamiento de la sarna en ancianos

El tratamiento para la sarna en ancianos se enfoca en eliminar el ácaro y aliviar los síntomas que genera. Estas son las opciones más comunes:

1. Medicamentos tópicos

Las cremas y lociones con permetrina son el tratamiento más utilizado. Se aplican desde el cuello hacia abajo y deben permanecer en la piel varias horas antes de enjuagar. En casos menos comunes, se pueden usar alternativas como el benzoato de bencilo o el crotamitón.

2. Medicamentos orales

Cuando la sarna es más severa (como en la sarna costrosa) o los tratamientos tópicos no son efectivos, los médicos recetan ivermectina oral. Este medicamento también es útil en brotes comunitarios porque actúa rápidamente.

3. Alivio de síntomas

  • Antihistamínicos para controlar la picazón.
  • Cremas hidratantes o emolientes para aliviar la irritación de la piel.

4. Desinfección del entorno

Es imprescindible lavar a altas temperaturas la ropa, sábanas y toallas usadas por el paciente. Esto elimina cualquier ácaro que pueda haber quedado fuera del cuerpo.

Complicaciones potenciales

Cuando la sarna no se trata a tiempo, puede derivar en problemas más graves, como:

  • Infecciones bacterianas: La piel lesionada por el rascado se infecta con bacterias, lo que puede provocar celulitis o impétigo.
  • Sarna costrosa: Una forma más grave y altamente contagiosa, caracterizada por lesiones gruesas y descamación extrema.
  • Impacto emocional: La picazón constante, el aislamiento social y las lesiones visibles pueden afectar la autoestima y la calidad de vida.

Por eso, tratar la sarna de manera rápida no solo es una cuestión física, sino también emocional.

Cómo prevenir la sarna en ancianos

La prevención es la mejor forma de evitar brotes, especialmente en residencias o entornos comunitarios. Aquí te dejamos algunas medidas clave:

Medidas generales

  • Higiene personal adecuada: Una rutina de limpieza regular es fundamental.
  • Limpieza del entorno: Es importante desinfectar superficies, ropa de cama y toallas con frecuencia.
  • Detección temprana: Capacitar a cuidadores y personal médico para identificar síntomas iniciales ayuda a actuar a tiempo.

Prevención en residencias

  • Evitar el hacinamiento y asegurar una buena ventilación en los espacios compartidos.
  • Implementar protocolos de aislamiento para personas diagnosticadas hasta que completen el tratamiento.
  • Realizar revisiones médicas periódicas para prevenir brotes masivos.

Un ambiente limpio y organizado reduce considerablemente el riesgo de contagio.

El impacto emocional y social de la sarna en ancianos

La sarna no solo afecta físicamente, también puede tener un impacto emocional importante. La picazón constante y las lesiones visibles generan vergüenza y pueden llevar a que los ancianos se aíslen socialmente. En algunos casos, este aislamiento emocional puede ser más dañino que la enfermedad en sí.

Es clave que familiares y cuidadores les brinden apoyo. Escuchar sus preocupaciones, explicarles que la enfermedad tiene tratamiento y animarlos a seguir con su vida diaria puede marcar la diferencia.